"Nuestra práctica pedagógica es una búsqueda incesante. Permanece constantemente abierta:abierta a la creatividad de los niños, abierta a la observación y al análisis de su comportamiento, abierta a sí mismo a nuestra propia creatividad que nos incita a proponerles -no a imponerles- nuevas direcciones de búsqueda que nos permitan sondear su verdadero intrerés. (A. Lapierre; B. Aucouturier)

"EDUCAR LA MENTE SIN EDUCAR EL CORAZÓN, NO ES EDUCAR EN ABSOLUTO". Aristóteles.

"ENSEÑAR NO DEBE PARECERSE A LLENAR UNA BOTELLA DE AGUA, SINO MÁS BIEN A AYUDAR A CRECER UNA FLOR". Noam Chomsky.

"UN MAESTRO ES UNA BRÚJULA QUE ACTIVA LOS IMANES DE LA CURIOSIDAD, EL CONOCIMIENTO Y LA SABIDURÍA EN LOS
ALUMNOS" .Ever Garrisson.










17 de noviembre de 2015

Cuento: Calandria la Castañera. Hablamos del otoño.

CALANDRIA LA CASTAÑERA

Calandria, la castañera, vivía en una casa del bosque. No oía bien y no tenía buena vista porque tenía muchos años. Llevaba siempre un gran delantal, un pañuelo en la cabeza, una toquilla de lana y una cesta en la mano. Cuando comenzaba el otoño iba por el bosque recogiendo castañas.

Un día vio que había muchas y empezó a recogerlas. -¡Castaña… a la cesta!– decía muy contenta. -¡Castaña… a la cesta!– al coger otra. Cuando tuvo la cesta bien llena, se fue a su casa y encendió el fuego para asar las castañas. 
Pero, … -¡Ay! ¿ Y las castañas? ¿Dónde están?- La cesta estaba completamente vacía. No quedaba ni una.

Empezó a llover y entre las gotas que caían al suelo, la castañera vio una castaña que andaba. -¿Cómo puede ser?- pensó. -¡Las castañas no andan!-. Pero… -¡si tienen cuernos!- gritó.
 -¡Las castañas no tiene cuernos!- pensó de nuevo. 

Se dio cuenta que en lugar de castañas había cogido caracoles. Había por todos los sitios: en la mesa, en el suelo, en la pared, y... hasta en el techo… Volvió corriendo al bosque para buscar castañas. Pero... ¿cómo haría para no volver a equivocarse? Pensó, pensó y pensó, hasta que se acordó de una canción que le cantaba su abuela sobre los caracoles, pero no se acordaba:

¿Un caracol debajo de un botón,...? 
-¡No, así no!- ¿Un caracol se comió una col...? -No, así tampoco- ¿Un caracol en un cajón...? -No, así no- Un caracol se rompió el pantalón...? -No, así tampoco- Hasta que la final se acordó de la canción:

“Caracol, col, col,

saca los cuernos al sol

que tu madre y tu padre

ya los sacó” 

Cuando terminó de cantarla dijo: 

¿No sacas los cuernos? –Pues entonces castañas- y la echaba a la cesta. -¿No sacas los cuernos? –Pues entonces castañas- y otra a la cesta. Esta vez no se equivocó, volvió a su casa muy contenta con la cesta llena y empezó a asarlas, mientras gritaba: 

"¡Castañas! ¡Castañas!

¡Castañas asadas!

¡Castañas! ¡Castañas!

¡Castañas tostadas!

¡Castañas! ¡Castañas!

¡Calientes y sanas!" 

Y los niños que salían de la escuela, fueron corriendo

y muchos se quemaron por no esperar un momento.

Cuento "contau" por la chimenea se ha "escapau"






infantilalfonsoviii@gmail.com

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